La ley aprobada en el mes pasado contempla sanciones económicas y prisión de entre uno y cuatro años para quienes divulguen informaciones sobre el padecimiento de VIH con fines ofensivos, nieguen un puesto de trabajo, despidan o discriminen en el ámbito laboral y escolar a cualquier ciudadano por su condición VIH positiva.
Con la aprobación de esta norma, Brasil se acerca aún más a las directrices internacionales de Naciones Unidas (ONU) en materia de Derechos Humanos y VIH.
Este país ya ha recibido elogios de la Organización Mundial de la Salud, entre otras organizaciones internacionales por su labor activa en la respuesta al VIH y el sida, como por ejemplo por sus programas modelo para la distribución gratuita de condones y de los remedios que componen el cóctel para tratar la enfermedad.
Así como este país ha dado un paso adelante en la defensa de los Derechos Humanos, existen otros casos en donde se retrocede. Según revela la última clasificación anual de ONUSIDA, a nivel mundial el número de países que restringen o impiden la entrada de personas con sida en su territorio asciende a 69.
Fuente: EFE