El Ministerio de Salud de la Nación Argentina eliminó la exclusión por orientación sexual o identidad de género en la donación de sangre. Un antiguo reclamo de las organizaciones GLBT.
Los nuevos requisitos, en busca de un Sistema Nacional de Sangre seguro, solidario e inclusivo, disponen también que las clínicas u hospitales no podrán exigir donantes de reposición para un paciente que precise ser operado o acceder a cualquier otro tratamiento.
La nueva resolución implica un cambio de paradigma, que pasa de la teoría de los “grupos de riesgo” a la de “prácticas de riesgo”, basándose en formularios de autoexclusión para la donación de sangre.
El concepto de grupos de riesgo, excluyó históricamente de la donación y estigmatizó con el VIH a la población LGBTI. Con estas nuevas normas, la Argentina busca que los donantes tengan información antes de donar sobre situaciones que aumentan el riesgo de contraer infecciones transmisibles por trasfusión de sangre, sobre el período de “ventana” de una infección, que hará que la donación de sangre sea basada en la “participación responsable del acto de donar”.
Además, entre las medidas adoptadas por la cartera sanitaria, se lanzarán nuevas herramientas para promover la donación voluntaria con el objetivo de concientizar a la población en estas temáticas, vinculadas en su integridad a los derechos humanos.