Entrevista con la Dra. Lantero Abreu
Jefa del Programa Nacional de Prevención y Control de las ITS-. VIH/sida.
La Habana, Cuba. Febrero de 2013
Hoy el país tiene la tasa de prevalencia de VIH mas baja de la región caribeña. ¿Cómo fué el proceso para controlar su propagación desde la aparición del virus a mediados de los ochenta?
El programa tiene una estrategia de búsqueda de casos desde el año 1986. La experiencia del país en abordar los problemas de salud ha tenido la particularidad de que siempre hubo un proceso de querer saber cuántas son las personas viviendo con VIH. Por ejemplo, si hay una campaña de vacunación, no es sólo esperar que vengan las personas, es ir a buscar al que no viene. Si se trata de un pesquisaje para saber cuántas personas tienen un problema de salud en la comunidad, además de que se promueve que las personas busquen atención, hay un proceso de ir al lugar a buscar a las personas.
A finales del 85 se diagnosticó el primer caso de VIH en la isla y para ese entonces ya había un periodo de tiempo de trabajo y experiencia en las ITS. El primer programa de control de sifilis fue en el año 73′. Y en el 74′ ese programa se subdividió en un programa de prevención de la sífilis congénita. En esa década del 70 ya se institucionalizó la realización del VDRL en la embarazada, y ya había experiencia también de chequear a las parejas sexuales. Cuba implementó, a través de un médico argentino, el Dr. Weinstein, el abordaje de las infecciones de transmisión sexual. Empezamos por sífilis y en el año 81′ incluimos el primer programa de control de gonorrea. Entonces ya había personal con experiencia en todo eso para cuando se detectó el primer caso de VIH. Incluso ya teníamos un buen número de enfermeras encuestadoras, preparadas en técnica de encuesta epidemiológica, para atender personalizadamente a las personas, y ellas mismas encargarse de ir a buscar a aquellas personas, ayudarlas, tratarlas para cortar las cadenas de transmisión. De manera que cuando llegó el VIH en el 86′ al país, había todo un recorrido.
Nos preguntamos primero cuáles eran las vías de trasmisión y trabajamos en cada una. Para la transmisión por transfusión de sangre, se decidió comprar equipos de testeo para detectar si habían positivos en la donación de sangre. Pensábamos entonces en otras vías de transmisión como las drogas inyectables. Si bien aquí se puede acceder a droga, las personas en general no manejan el dinero suficiente, entonces ese no era un problema. Cuándo nos preguntábamos que hacer con la siguiente vía, la de trasmisión sexual, también teníamos ya suficiente experiencia en el trabajo preventivo del sifilis y la gonorrea. Se decidió que las personas que tenían otras ITS también debían hacerse el test de VIH.
Con los años hemos ido avanzando en los grupos de pesquisas y hoy hacemos pruebas rápidas con grupos vulnerables. Salimos a la calle, hacemos actividades de prevención en lugares y sitios de encuentro, lugares donde hay personas que practican sexo transaccional o hombres que tienen sexo con hombres. De manera que siempre ha habido esa idea.
Cuba cerró el 2012 con la noticia de que el país ha logrado eliminar la trasmisión materno infantil. ¿En qué consistió la estrategia?
Cuando apareció el virus en la isla, ya todas las embarazadas sabían del programa de atención a la mujer, que de allá a acá ha evolucionado muchísimo pero ya lo había.
Una estrategia que siempre se siguió fue la declaración de la pareja sexual, eso ya se habia empezado a hacer con sifilis y gonorrea y se comenzó a hacer con VIH ni bien apareció. Nos criticaron muchísimo, porque decían que el VIH Sida no tiene cura, entonces ¿para qué querer saber si una embarazada tiene VIH si no hay con qué tratarla? Sin embrago sabíamos que eran muy poquitas en aquella época y entonces aplicábamos por lógica la cesárea, la no lactancia materna y venimos trabajando en ese sentido.
Mas recientemente se incorporaron otros grupos. Teníamos un mito, decíamos que había personas que no querían hacerse la prueba por temor a reconocer que eran positivos. Y se abrieron servicios anónimos. Los primeros tiempos iban bastantes personas. El año pasado salió una sola persona positiva en servicio anónimo. Porque la gente iba en realidad buscando rapidez en el resultado mas que anonimato en sí. .
En general, los logros se deben a que no se trata sólo del Programa de Sida. Es el país, es el sistema de salud cubano que estructuró la atención a la mujer embarazada. Se estudian mal formaciones congénitas, se estudian trastornos del metabolismo, con tecnología desarrollada en el país, con test diagósticos y otros que nos complementan. Entonces hacemos el test de VIH a la mujer en la captación del embarazo. El 95% de los embarazos en Cuba se captan precozmente. El mismo médico de familia indica toda la batería de estudios entre los que está el del VIH. Entonces la madre se realiza el estudio en la captación del embarazo y luego en el tercer trimestre del embarazo dónde se le hace a la pareja también. Hay lugares como es la capital del país, donde la prevalencia en mujeres es un poco superior al resto. Entonces allí se comenzaron a encontrar hace dos años mujeres positivas al final de embarazo, así es que ahora se está haciendo también el test en el ingreso al parto. Tenemos la convicción de que siempre hay algo que se puede hacer para evitar la transmisión. Si una mujer transcurrió negativa en el primer trimestre y en el segundo, pero la detecto positiva en el ingreso al parto, tengo tiempo de hacerle una cesárea, poner AZT intraparto y darle profilaxis al niño. Y hemos tenido casos que lo hemos detectado asi. Ya tenemos el protocolo que sugiere la OMS que es tratamiento antiretroviral independientemente del estado inmunológico de la madre y que no lo retiramos cuando la mujer pare. Asi es que en ese sentido llevamos mas de tres años en este indicador.
¿Cuál es, según su criterio, el factor que más ha contribuido a la estabilización de la incidencia del VIH en la Isla?
La política de búsqueda de casos. Nosotros no entendíamos cómo era posible que hubiera otros países de costumbres culturales similares que decían que estaba bajando la detección de casos. Luego vimos que el tema es que nosotros notificábamos no solamente SIDA, nosotros notificábamos casos con la infección, con VIH y anualmente crecía el número de personas.
Nuestro país hace mas de dos millones de pruebas por año y desde que apareció la epidemia mas de treinta cuatro millones de pruebas de VIH. Llevamos tres años en los que estamos diagnosticando el mismo nivel de personas. Nosotros sabemos que de todas formas la transmisión continúa, si uno no logra llegar a todas las personas siempre va a quedar un remanente de posibles nuevas personas infectadas, y por mucho que uno trate no siempre logra llegar.
¿Respecto del trabajo de prevención e información ¿qué prácticas o políticas que han contribuido a la reducción de la incidencia puede mencionar?
Nosotros desarrollamos no menos de tres o cuatro campañas por año. Está la campaña de verano dirigida fundamentalmente a jóvenes, la del 1° de diciembre dirigida a población general y una campaña permanente dirigida a hsh. También existen campañas dirigidas al trabajo multisectorial. En Cuba se constituyó la Comisión Nacional de Sida en los años ochenta. Es dirigida por el Ministerio de Salud por designación de Consejo de Estado. En ella se convocan 17 de los organismos de la Administración Central del Estado y se realizan encuentros cada tres meses, dónde se debate la situación de la epidemia y siempre se llevan puntos de la agenda de lo que cada uno está haciendo. Esos organismos se encargan de la prevención de VIH Sida hacia distintos sectores. Hay muchos de ellos que han desarrollado su sitio web, campañas de comunicación, entre otras herramientas. Sucede en las provincias y los municipios también. Entonces participa por ejemplo el Ministerio de Educación, la Federación de Mujeres Cubanas, Turismo, Justicia, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, y cada uno tiene una misión dentro del trabajo multisectorial. Por poner un ejemplo, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social tiene entre sus misiones la de propiciar un entorno de trabajo favorable a la prevención del VIH. Nosotros mismos le hemos puesto tareas. Hemos tratando también de que se extienda a los sindicatos para discutir sobre estos temas, la tolerancia, la diversidad, el conocer y revisar las leyes para que no perjudiquen a las personas viviendo con vih.
Esto es algo que caracteriza al país, no sólo la participación multisectorial sino además, el de la comunidad. Puede parecer un cliché. Sin embargo en el tema VIH ha habido un desarrollo del voluntariado muy importante. Los voluntarios y las voluntarias son quienes sustentan muchas de estas actividades. Hemos desarrollado por ejemplo la formación de promotores pares. Para el trabajo en hsh se han preparado promotores varones hsh a nivel nacional, provincial y en el municipio. Sin embargo, notamos que tenemos que tener más en el policlínico. Esas son de las cosas que sabemos que podemos hacerlas mejor, porque en el policlinico las personas que trabajan la prevención no solo trabajan el vih, tienen que conducir el resto. Entonces este voluntariado hay que pensarlo para multiplicar las acciones.
También lo que ha impulsado mucho este trabajo son los proyectos de Fondo Mundial contra el Sida la Tuberculosis y la Malaria. Desde el año 2003 Cuba ejecuta proyectos financiados por el Fondo. Se concluyeron ya dos, estamos en el año quinto del tercero que termina en el 2014. La característica de los proyectos de FM en Cuba es que no contratamos a nadie para que los diseñara, los escribimos nosotros mismos. Los organismos también fueron beneficiarios de estos proyectos, lo que impulsó que el trabajo se hiciera con mayor celeridad y mas recursos.
¿Cómo es la situación del estigma y la discriminación y qué políticas llevan adelante para trabajar contra ello?
El estigma ha ido mejorando en el sentido de que en Cuba no es una tragedia vivir con el VIH. Es un impacto, familiar, social, individual, pero no es una tragedia. Nadie pierde el trabajo. A nadie lo botan de la vivienda, no es un conflicto.
¿Cuáles son los retos en los que hay que trabajar de cara al futuro?
Somos del criterio de que estamos en un momento donde hay muchos retos técnicos para mantener este nivel de transmisión y lograr convencernos de que realmente va a haber menos. Hay indicadores que nos dicen que si es posible. Hay que incrementar el nivel técnico de análisis en los niveles inferiores, ante cada caso que se diagnostica, en cada caso que una persona fallece que no nos vuelva a pasar. Si bien la mortalidad es baja y la sobrevida de las personas con tratamiento es altísima- más del 90% de todos los que empezaron a tratarse desde el 2007 están aún bien- todo puede ser mejor. Por ejemplo hay que trabajar mucho en lo que refiere a la actuación del médico que atiende, del diagnóstico oportuno, todo eso puede ser todavía mucho mejor.